El gran negocio de mantenernos actualizados con la tecnología es sobrecogedor. Muchos de nosotros no podemos distinguir cuándo termina nuestro tiempo personal y comienza nuestro tiempo laboral, o viceversa. Mandamos correos acelerados como si se nos estuviera quemando el cabello; leemos rápidamente la nueva información en línea para poder estar al corriente; e incluso nos obsesionamos con los colegas en las redes sociales, no sin mencionar el sentimiento de lucha de los celos profesionales.
Espero que estos consejos sirvan para ayudarles a tener control de su propia situación:
1. Ten contacto cara a cara
Limita el número de correos o mensajes instantáneos que envías a la gente que está cerca de ti en la oficina. Demuestra tu personalidad, tu encanto y tu capacidad para comunicarte hablando cara a cara. No te tomará mucho tiempo, pero es valioso.
La persona que envía 100 correos bien escritos aún podría tener menos probabilidades de ser ascendido, en comparación con la persona que se toma algo de tiempo para hablar con el jefe, tomarse un café con él o darle un apretón de manos regularmente. Así son las cosas. En el lenguaje de los nerds, no debes ser el guerrero de oficina que siempre usa armas graduadas; también debes aplicar el apretón de manos ocasional.
2. Usa la tecnología para cambiar tus malos hábitos
Busca programas de administración de tiempo. En ocasiones simplemente necesitamos conseguir que una fuente externa esté a cargo de nuestro control personal para ser productivos. La buena noticia es que hay muchos programas que te pueden ayudar. Uno de los mejores se llama RescueTime, que ofrece un desglose visual de tus tareas minutos antes. También limita tu tiempo en línea y te ayuda con la programación de ciertos proyectos según su duración.
3. Guarda tu teléfono
En las salidas sociales con los compañeros de trabajo, no dejes tu teléfono en la mesa a la espera de que vibre o suene. Esa actitud muestra que el colega o contacto de negocios con el que estás es potencialmente menos interesante que cualquier cosa que puedas recibir en tu teléfono.
Si es imperativo que tengas tu teléfono a la mano, explica que estás esperando un mensaje o una llamada en particular, pero que tienen toda tu atención. O sólo déjalo en tu bolsillo o bolsa.
4. Crea límites para tu personalidad tecnológica y real
Establece un e-day, es decir, un periodo para comenzar y terminar tu inmersión en el mundo digital. Planea empezar tu día con una taza de café sin la compañía de tu teléfono, y no te vayas a dormir con el teléfono en el mano. Definitivamente, no respondas mensajes ni correos a las 2 de la mañana (tus colegas pondrán en duda tu salud mental). Nadie más establecerá estas barreras, y realmente creo que sí te fortalecen en el trabajo. Obviamente, hay ocasiones en las que será necesario estar disponible, pero de lo contrario, vive tu vida.
5. Una tarea a la vez
Cuando sea posible, intenta terminar una tarea antes de comenzar con la siguiente. Cada vez más estudios cuestionan nuestra capacidad para poder hacer varias cosas al mismo tiempo de forma efectiva. De hecho, muchas veces tomamos decisiones irracionales cuando estamos distraídos. Por ejemplo, he descubierto que tener un máximo de cinco pestañas abiertas en tu buscador web al mismo tiempo es suficiente para terminar el trabajo sin sentirte bombardeado.
La conclusión es que aplicar una “dieta digital” es cuestión de crear conciencia y control. No es como si hubiera una solución que se ajuste a toda la gente, y habrá días en los que estos consejos no funcionen de forma efectiva. Pero los efectos acumulativos pretender ser benéficos y productivos.
Fuente: elmomento.net